martes, 30 de septiembre de 2008

OBJETIVO: ¿Lo tenemos claro?


Parece evidente, ¿no? ¿Cómo si no vamos a arrancar un proyecto si no sabemos lo que queremos? Sin embargo, en múltiples ocasiones nos encontramos con que el usuario final no siempre está satisfecho con el resultado. No hace falta ir muy lejos... Todos tendremos en mente esa obra doméstica, esa habitación recién pintada que una vez entregada decimos que no es lo que esperábamos. 

El objetivo de un proyecto, por lo que se define si el resultado ha sido un éxito o no, se resume en:
  • ALCANCE: qué pretendíamos conseguir
  • PLAZOS: en qué tiempo
  • COSTE: a qué coste
¿Y qué es lo mejor para no desviar el alcance? Tenerlo muy claramente definido. Aquí, el esfuerzo de documentación siempre será poco comparado con el beneficio de no tener ninguna confusión en la entrega final. Merece la pena gastar un poco más de tiempo al principio consensuando el alcance entre las partes que consumir inacabables horas de negociación sobre si lo entregado era o no lo que el cliente quería.


lunes, 29 de septiembre de 2008

¿Por qué se desvían los proyectos?


No creo que nadie tenga la fórmula mágica para que un proyecto salga en plazo, con el presupuesto previsto y sin desviaciones de alcance. Pero creo que es fácil detectar aquellos ingredientes, como buen cocinero, sin los cuales, el proyecto seguro que saldrá mal.

Los enumeramos y en los próximos días los desgranamos:



  • Definición del Objetivo (Alcance, Plazo y Coste)

  • Definición del Plan detallado

  • Definición del Equipo

  • Definición de los mecanismos de seguimiento

  • Gestión de los Riesgos

Tener estos ingredientes no garantiza el éxito. No tenerlos, garantiza casi seguro, el fracaso.